martes, 11 de diciembre de 2007

Objetivos



- ¿Podría decirme, por favor, qué camino he de tomar desde aquí?
- Eso depende en gran medida del lugar a donde quieras ir - dijo el gato.
- No me importa mucho adónde... - dijo Alicia
- Entonces no importa mucho por donde vayas... - dijo el gato
LEWIS CARROLL, Alicia en el país de las maravillas
¿Cuántas veces nos sentimos decepcionados porque no conseguimos lo que queremos? Y no nos damos cuenta que vamos boyando por la vida, al ritmo de la marea, sin remar hacia ningún lado.
Muchas veces cuando no conseguimos lo que nos proponemos es porque simplemente planteamos malos objetivos, o insistimos en hacer las cosas como sabemos que no funcionan (Einstein decía que sólo un idiota puede pensar que haciendo las cosas de la misma manera va a tener un resultado diferente).
Los objetivos deben plantearse de forma positiva. Es más fácil acercarse a lo que uno quiere que alejarse de lo que no se quiere. Cuando se sabe cual es el objetivo, se camina hacia allí. Eso no quiere decir que la senda sea recta. Difícilmente lo es.
También es importante ponerse metas que estén más o menos bajo nuestro control. En mi caso, puedo pensar en irme a una pensión estudiantil en Londres, pero voy a sentirme muy mal si quiero pasar 15 días en el Bul-Jal-Arab (para los que no lo saben, es un hotel 6 -SEIS- estrellas).
Si nuestros objetivos son muy grandes, siempre está la opción de dividirlo en etapas más pequeñas. Pero no tanto como para sentir que es una nimiedad o, en todo caso, teniendo en cuenta que sólo es un paso más hacia un objetivo mayor.
Cuando tengo un sueño lo miro, lo acaricio, lo mimo, me imagino cómo será. Y lo disfruto desde el planteo. Y generalmente lo consigo.
¿Y a ustedes cómo les va con lo que se proponen?

No hay comentarios: