miércoles, 29 de agosto de 2007

Conversaciones de alcoba (1)




Como dicen las series, los hechos narrados en este relato son reales. El nombre de la autora es el verdadero, pero los demás han sido cambiados para proteger su identidad.

Para vos, Dany, con todo mi cariño.

Hace 15 años mi hijo mayor empezó el colegio. Este año termina el menor, así que puede decirse que yo también soy una "egresada". Y, como correspondía, tuve mi viaje... así que me fuí a Bariloche con 99 adolescentes.
Llegué esta mañana, cansada y aturdida por el volumen de la música de los boliches, pero realmente feliz.
El grupo es fantástico, y realmente me gustaría agradecerles el haberme permitido compartir con ellos esta experiencia.
Me causó gracia ver cómo cada sexo respondía a lo que se esperaba de ellos. Los varones haciendo pavadas que hubo que sofrenar como a los caballos briosos para que no se dañen ni dañen a los demás. Las chicas con sus conflictos entre ellas y con ellas mismas.
Con algunas tuvimos diálogos intensos, íntimos, positivos. Uno de los temas preponderantes fue, desde luego, el sexo, con sus hormonas exacerbadas por la edad y las circunstancias.
Algunas ya tenían más carreras que Legizamo, a qué negarlo. Me daba lástima ver cómo permitían ser manoseadas y menospreciadas por algunos varones. Lamentablemente todavía no aprendieron a respetarse a sí mismas. Ojalá lo hagan.
Otras ya se habían acostado y vivían su sexualidad con libertad y alegría, otras eran vírgenes.
Una tarde Filomena me dijo que quería hablar conmigo en privado y bajo la promesa de no contarle a nadie. De una forma espectacularmente tierna me contó que la noche anterior se había besado con un pibe y que éste le había metido más manos que un pulpo y pretendió tener sexo, a lo que ella se negó. "No estaba preparada", me dijo. Y yo le dije que me parecía muy bien. Y continué diciéndole que el sexo es algo muy lindo y que la única condición es hacerlo porque tenemos ganas. No porque mis amigas ya lo hicieron, no por obligación, no porque sino mi novio se va a ir con otra, ni por ningún otro motivo que desearlo. Y sin preocuparse por lo que siga.
También me contó que estaba preocupada porque cuando el pibe la tocó se calentó. "Fue una pulseada entre mi Ello y mi Super-yo", enfatizó (Así son estos pibes de ahora. ¡Usan un vocabulario!). Y yo le dije que eso era fantástico, porque significaba que era una mujer, que era capaz de sentir, y que no se sintiera mal por eso. Y por dentro pensaba qué me dirían sus padres o el colegio religioso al que acuden al escuchar todo esto.
Esa misma tarde las chicas fueron a mi dormitorio antes de la cena y, como era de esperar, salió el tema. La otra mamá comentó que uno de sus grandes triunfos había sido llegar vírgen al matrimonio, que la mujer debía poner en cada acto sexual mucho más que sólo deseo, que sólo había que hacerlo en determinadas circunstancias. Yo me quedé helada. Otra de las chicas, Carla, me había contado que la noche anterior había tenido sexo con otro pibe que había conocido en el boliche la noche anterior. Y lloró.
Yo me sentí muy mal por ella. Me parecía injusto arruinarle esa experiencia.
Esa charla me llevó a pensar mucho en el tema.
En primer lugar, me gustaría que alguien inteligente me explicara cuál es la virtud de ser vírgen. No quise preguntárselo a la otra madre porque supuse (prejuzgando) que no me daría una respuesta válida.
En segundo lugar, no puedo creer que todavía haya gente de mi generación (de hecho, ella es menor que yo) que tenga esa mentalidad retrógrada (para decirlo de alguna manera).
A mí me llevó 45 años entender que las cosas no son como me las contaron.
Creo que hay que diferenciar muy bien entre promiscuidad, vivir libremente la sexualidad y ser una reprimida.
Pienso que todos sabemos a qué me refiero con ser promiscuo. No me refiero a acostarse con mucha gente, si a alguno se le ocurrió pensar en eso. Me refiero a esa gente a la que todo le da igual, que no tiene frenos, que no se quiere ni se respeta. Que, en el fondo, ni siquiera lo disfruta demasiado.
Vivir plenamente la sexualidad es, para mí, no imponerse falsos tabúes o preconceptos. Pasarla bien. Divertirse. Y tomar al sexo como algo natural e integrante importante de nuestras vidas.
Tardé mucho en entender eso. Hace un tiempo tuve (por única vez en la vida) una noche de sexo ocasional. Ya en ese momento sabía que no me interesaba tener con ese señor más que un encuentro horizontal.
Mi amigo Fabián se puso muy contento por mí cuando se lo conté. Y me dijo algo que para mí fue muy importante. Es UNO el que decide cuándo entrega su corazón y cuando no. No hay necesidad de entregarlo en cada encuentro, como pretendieron hacernos creer. Ni tener un compromiso formal.
Ser reprimido, por último, es no animarse a disfrutar. Y se aplica tanto a hombres como a mujeres. Es sentirse culpable de pasarla bien. Es pensar que uno es "menos respetable" si tiene alguna fantasía (y ni que hablar si se anima a vivirla).
Siempre me consideré integrante del 3º grupo, con una familia ultra religiosa, llendo a un colegio de monjas y habiendo tenido en ese campo un marido menos creativo que una oruga (Y sintiéndome cómplice de nuestra tediosa vida sexual). Recién ahora, acercándome a los 50, me siento más libre y más plena.
Por suerte nunca es tarde...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias a vcos por este viaje inbcreible!
Gracias por ser el soporte de todo esto!

Yo no tengo palabras para dcir todo lo que paso en mi interior en este viaje... pero me quedan millones de recuerdos que van a vivir siempre e mi memoria... vos parte de eso!!

En este viaje paso de todo...pero ya nos veremos apra toamr un cafe o un mate


te quiero

dani

♋ Mariposa dijo...

Felicitaciones.....una mujer inteligente,y no es para ofenderte....leo tus relatos.....me gustan mucho,si viene alguna puteada la acepto,todo se charla y se acepta,pero me gustò esto que escribistes.

Mi Angel de la guarda dijo...

hola primera visita a tu blog, me gusta como escribes.
con respecto al post, bueno cada familia tiene una manera de afrontar es tema que a veces es dificil tocarlo,hay quienes distorcionan todo y otros que son mas liberales, pero cada uno toma a final su decisiòn...en que etapa de tu vida lo hace, sòlo uno tiene que estar segura y no arrepentirse, es mi opinón, este es un tema re largo porque cada uno tiene un rollo diferente de verlo..
te seguirè visitando..
un gran abrazo
saludos
alas,..

Patricia "La Gata Flora" dijo...

Angel de la guarda:
Coincido con vos en que cada familia es dueña de abordar este tema como mejor le parece. Pero creo también que en un momento en que vemos el baile del caño en horario central, que en las novelas de la tarde vemos unas tremendas encamadas (y eso que sólo veo los avances), en que los chicos fifa en las escaleras del hotel o en el loby (lo he visto), en que hay Sida, tenemos altos niveles de sífilis y uno de los mayores índices de embarazos adolescentes DEL MUNDO los padres no podemos hacernos los boludos y criar a nuestros hijos como hace 30 años o no hablar con ellos a calzón quitado (nunca mejor aplicada esta expresión que en este tema). Por ahí a mí me sale mal, pero trato que mis hijos tengan una buena educación al respecto. Y que Dios me ayude...

El vulcano dijo...

Tienes razón, ¿la virtud de la virginidad? esa es una gran pregunta. Que conste que yo respeto la decisión individual de cada uno; lo que no acepto es cuando de tu decisión individual hagas un dogma de fe. En fin, creo que cada uno debe vivir la sexualidad en libertad.

Patricia "La Gata Flora" dijo...

Vulcano,
Una de las cosas que más valoro en la vida es la libertad. Pero una libertad responsable, producto de la desición personal y no de lo que me machacaron en mi infancia.
Soy una convencida que cada uno debe vivir su sexualidad como mejor le parezca. Pero creo que los chicos no pueden vivir en una cajita de cristal. Es necesario que sepan que "el mundo es ancho y ajeno". Porque si no se lo contás vos y le enseñás a defenderse, lo aprenderán de una manera mucho más dolorosa. Y vos se lo vas a contar con cariño, e importándote lo que les pase. Y eso va a hacer que puedan recurrir a vos si tienen algún problema. Que no es poca cosa.