viernes, 10 de agosto de 2007

¡Otra forma de vida!



Hay días y días... Por suerte, porque si no sería un embole.
Como leí en otro blog, hay días que, con pavadas, nos sentimos bien. Subimos al tren, y justo se baja una persona y podemos sentarnos. Y enganchamos justo el subte o el bondi. O, como me pasó a mí, mi jefe me dijo "che, se te ve fantástica". O alguien nos sonríe por la calle.
Pero hay otros que son más difíciles. Y hoy es uno de esos. Y hay que sobrellevarlos.
Al subir al tren mi MP3 se negó a andar. Intenté leer, pero un vendedor subió al vagón y, sin decir agua va ni importarle un soberano carajo si alguien quería escuchar cumbia vilera (como hacen siempre), puso su equipo a todo volumen. Ya oigo los gritos: "¡¡¡Pobre hombre, está trabajando!!! Peor es que salga a robar". Y respondo: Es cierto. Eso es peor. Y no me niego en absoluto a que trabajen. Pero sí me niego a que me rompan permanentemente las pelotas.
Interrumpida ya mi lectura, me dediqué a hacer un paneo general. Me gusta observar a la gente.
Sentado con las piernas abiertas había un hombre grande tomando ya una lata de cerveza a las 8:30 de la mañana (y con 1º de sensación térmica). A su lado una chica comiendo chicle a la que pude verle las amígdalas de tanto que abría la boca. Un verdadero asco. Detrás mío un flaco que no hacía más que tragarse los mocos (recuerden la temperatura). ¡¡¡¡SOCORRO!!!
Me corrí un poco al fondo del vagón, que estaba más despejado. Ahí había dos hombres de mediana edad y aspecto tan ratón como el mío hablando sobre autos. Uno le decía al otro: "¡Si ese auto está barato! La versión básica está 60 lucas", mientras yo pensaba "¡¡Dame media docena, así tengo para regalar!!". Pero la cosa siguió: "Ese otro auto está 90, ¡pero full!". A esa altura yo estaba por preguntarle por qué, si esos precios le parecín baratos, no se tomaba una combi en lugar del Roca, pero me contuve. A esa hora de la mañana la gente no suele tener mucho sentido del humor...
Llegado que hube a Constitución, tomé el subte, como de costumbre. Antes tomaba el colectivo sentada, pero la Plaza de Mayo es un kilombo permanente, y se me iba media mañana. Caminé hasta la oficina entre baldosas sueltas, gente apurada que te putea si no corrés como ellos, autos que te apuntan en lugar de cederte el paso.
A veces pienso que a la mayoría de los argentinos les gusta vivir así. Parecería ilógico, pero así es. Y lo veo en mucha gente que me merece respeto.
No toleran las reglas. Tiran basura en la calle. Un grupito de gente TIENE TODO EL DERECHO de cortar cualquier avenida, pero los pobres infelices que deben ir a trabajar no tienen siquiera el derecho de quejarse.
Somos incoherentes: hay una campaña feroz contra el cigarrillo, pero no nos calentamos porque en los boliches les venden alcohol a menores y salen en un estado lamentable. Y ni hablar del "paco", que todo el mundo sabe donde conseguirlo y nadie hace nada.
Vemos por televisión escenas de terrible violencia, o nos muestran el baile del caño mientras vemos los programas de la tarde, pero si Moria inaugura una playa topless nos hacemos cruces.
Somos uno de los países del mundo CON MAYOR INDICE DE EMBARAZOS ADOLESCENTES (entre 15 y 19 años), pero si pretenden enseñar educación sexual en los colegios nos rasgamos las vestiduras.
La gente se queja de los políticos corruptos y ladrones, pero cualquiera que consigue un puestito lo primero que hace es un negociado. Y más: he visto a un hombre en el super tomando un yogur y dejándolo vacío en una góndola (es decir, robando), mientras se quejaba de cómo robaban los políticos. O una conocida, que iba con el bolso del bebé para poder robar "como una gracia".
No hay caso. Yo no puedo aceptar esta forma de vida. Soy una inadaptada crónica. Hay otras formas de vida mejor (para mí). Tal vez más estructuradas, pero con reglas más claras.
Se me dirá: "Y bueno, andate". Y no crean que no lo pensé. Pero primero que nada no tengo los huevos necesarios, y segundo que acá tengo mis afectos.
¿Es mucho pretender tener una vida digna?
Para terminar, copio a continuación algo que me llegó por Internet, y que me parece que vale la pena.
Carta de un Norteamericano a un Argentino
¡Cómo se ve que los árboles no te dejan ver el bosque!
¡Cómo podes llamarte pobre, cuando sos capaz de pagar por un litro de nafta más del doble de lo que pago yo!
Cuando te das el lujo de pagar tarifas de electricidad y/o de teléfono un 40% más caras de lo que me cuestan a mí.
O cuando te comprás un auto por u$s 20.000 que a mi no me cuesta más de u$s 12.000 . ¡NO TE ENTIENDO!
Pobres somos nosotros, los habitantes de la Florida, ya que el Gobierno Estatal, teniendo en cuenta nuestra precaria situación financiera, nos cobra sólo el 2.5% (hay otro 4% que es Federal, total 6.5%) de impuestos al consumidor final (IVA). Y no el 21% como a ustedes los ricos que viven en Argentina.
Además, ¿no son ustedes los que tienen "Impuestos a la Riqueza"?
Porque si ustedes no fueran ricos, ¿qué sentido tendría tener un impuesto de ese nombre?
Un País que es capaz de cobrarle a su Industria y Comercio un impuesto a las Ganancias POR ADELANTADO como en la Argentina, NECESARIAMENTE tiene que nadar en la abundancia porque asume que los negocios de la Nación y TODOS sus habitantes SIEMPRE tendrán ganancias y por supuesto, como su nombre lo indica: serán RICOS.
¡Los pobres somos nosotros! Que no pagamos un peso de impuestos si ganamos menos de u$s 3.000 (al mes y POR PERSONA).
Mirá si seremos pobres aquí en USA, que las escuelas públicas te prestan los libros de estudio previendo que no tengas con qué comprarlos.
A veces me pongo verde de envidia pensando que cuando en la Argentina sacan un préstamo cualquiera, son capaces de pagar 22% anual como mínimo de intereses. ¡ESO ES SER RICO! No como aquí que apenas llegamos al 8% (generalmente 7.8%) justamente porque NO estamos en condiciones de pagar más.
Supongo que como todo "pobre", tenés un auto y que estás pagando tu patente unos u$s 400 anual. Si lo hacés, vos gastás 7(siete) si, 7 (siete) veces más en patente que lo que me toca pagar a mi por un auto de u$s 7.800 (Ford Taunus 1998). Del Seguro ni hablemos.
¡Sacá la cuenta! ¿Quién es el rico, y quien el pobre?
Por último, parece ser que más del 30% de la población activa en la Argentina NO TRABAJA. Aquí en cambio sólo hay un 4% en la misma situación. ¿No te parece que el vivir sin trabajar es un lujo que sólo los ricos se pueden dar?
¡¡¡Dejá de llorar!!!

2 comentarios:

Guillo dijo...

Patricia, este post es sencillamente precioso. Resumiste todo ser argentino en un post. Que puedo decir, no puedo agregar nada.

Saludos

Patricia "La Gata Flora" dijo...

Guillo
Me toca padecer todos los días esto. Tengo la "suerte" de trabajar a 3 cuadras de la casa Rosada y a 2 del Ministerio de Justicia. Y me gustaría dejarles algo mejor a mis hijos. Creo que no es demasiado pretender... ¿O sí?