miércoles, 11 de junio de 2008

Reencuentro



Siempre había sido un espíritu libre. Aunque a esta altura de su vida había muchas cosas que se estaba replanteando, y no le quedaba claro si quería ser libre o era incapaz de asumir un compromiso. O nunca había encontrado a la mujer adecuada. O...
El amor siempre le había parecido un juego muy raro, lleno de ilusiones y desilusiones, a veces noble al extremo de la imbecilidad y otras vil al extremo de la amoralidad. Llegó a pensar que el amor anulaba el sentido común, la autopreservación, la iluminación de la mente.
Y tal vez por eso nunca se había enamorado.
Su matrimonio había permanecido en el asexuado limbo de una carencia adulta de amor, o incluso afinidad, durante muchos años.
Cohabitar con su mujer era como caminar por una niebla impenetrable. Lo que sentía era tan amorfo que no dejaba de exprimirse para convertirse siempre en algo diferente y sin embargo igualmente inidentificable. De vez en cuando uno se percataba de un cambio en la temperatura del ambiente: parches de humedad extra en un sustrato por lo general viscoso. Para cuando llegaba a su clímax, si abría la boca era sólo para bostezar.
Y su trabajo se había convertido en un triste remanso donde mantenía su mente ocupada lejos de planteos metafísicos.

Esa noche debía ir a esa cena. No tenía muchas ganas, pero cualquier cosa era preferible a soportar las facturas que su esposa le pasaba cada vez que se presentaba la oportunidad. Ni por un momento pensó Mario en ir en busca de su esposa antes de partir. La había olvidado hacía años… si, en verdad, alguna vez la había recordado.
Era una típica y aburrida velada. ¿Para qué había ido? Tal vez pudiera escabullirse en un rato e ir a tomar una cerveza a algún bar.
Y de pronto apareció. Cuando la vió, una dicha salvaje y triunfal le fluyó a los ojos, la piel, el pelo... Erizado, Mario se detuvo sobre sus pasos, embargado por una especie de terror. Venus. Ella era Venus. Soberana de la vida y la muerte. Porque, ¿qué era la vida salvo el principio procreador? ¿Y qué la muerte, salvo su extinción? Todo lo demás era decoración, los adornos que inventaban los hombres para convencerse que la vida y la muerte debían significar algo más.
Ella lo miró. Cautivado, Mario devolvió la mirada.
- Hola, dijo Mario acercándose.
- Hola. ¡Cuanto hacía que no te veía! ¿Te acordás de mí? Soy Laura.
El rostro de Mario se desempañó como un espejo, y comenzó a dibujarse en él una sonrisa encantada. ¡Alguien de los viejos tiempos! ¿Cómo podía no haberla reconocido?
- ¡Es increíble! Estás tan cambiada...
- Pero algunas cosas no cambian nunca, y sigo aburriéndome terriblemente en estas reuniones. ¿Vamos un rato al jardín?

Laura lo tomó de la mano y lo condujo afuera suavemente. El la siguió sin preguntar. Su vestido traslucía sus pechos, su piel blanca y suave, sus formas redondeadas. Y era más de lo que Mario podía soportar.
Entonces el control pétreo de Mario se quebró y, sin saber cómo reaccionaría ella, extendió sus brazos. Hambrienta de él, Laura le ofreció sus labios con avidez.
El beso fue exquisito. Las manos de Mario recorrían la espalda de la muchacha y una deliciosa erección pugnaba por hacerse un espacio dentro de su pantalón.
Se dijeron algunas palabras de amor, y se entregaron sin cuestionamientos a un encuentro tan gratificante para los dos que era mucho más que un reencuentro.

Mario volvió a su casa lentamente. ¿Qué dios la había enviado? De pronto se sentía más liviano, como si de veras un dios benigno y bueno hubiera pasado por su lado. Una sensación extraña para alguien que no conocía la paz.

Cuando llegó, su esposa dormía. Afortunadamente. Se acostó sin hacer ruidos. Mientras esperaba conciliar el sueño pensaba en todas las cosas que debía replantearse en su vida...

10 comentarios:

Cecy dijo...

epa, Mario mas que replantearse, se le dio vuelta la vida en el segunda mas inesperado.. Bien esta muy bien...

Armida Leticia dijo...

¿Y la esposa...con quién soñaba, como se sentía ella?

Saludos.

Denis Fernández dijo...

"Y su trabajo se había convertido en un triste remanso donde mantenía su mente ocupada lejos de planteos metafísicos.", es la frase más exquisita que escuché en años sobre la apatía de convertirte en una persona desgraciada, ajena a toda voluntad de proseguir con lo que hace. Desde que empecé a trabajar sentado en una oficina, olvidé lo que es razonar sobre nuestra existencia, esa existencia impalpable que tenemos los seres humanos. Hay tanto para pensar.

Creaste un relato muy atrapante. Mario es la imagen calcada de gran cantidad de personas que no encuentran su remanzo.

Pasate por mi blog, saludos.

♋ Mariposa dijo...

Tan de la vida real, y muchas veces nos toca a nosotras esa situaciòn, buen texto Patricia.
Te dejo muchos besos y que tengas un hermoso fin de semana

F. Fabian S. dijo...

Gracias por tus buenos deseos.
Ni te imaginas lo que vale ponerlo a mi nombre....manga de ladris...!

La Incondicional dijo...

El último párrafo creo que es un ejercicio que debería poder hacer más de uno en esta vida.

dispersa dijo...

me gusto tu escrito,solo una duda,¿dejo de ser un espiritu libre?
si es así ..maldito encuentro

dispersa dijo...

mi mente volaba y te me cruzaste,me dije ¡¡¡ya los finales de junio!!! aja ja q lindo vos estarás viajando o pronta,porq era EN JULIO?.
deseo entonces Patricia,q lo disfrutes,q rias,q acumules imágenes,sabores,y vengas repletas de sensaciones para contarnos.


un abrazo y por si te agarra nostalgia o tenes ganas te dejo mi correo:

trotyll@hotmail.com

agendalo,si queres para la vuelta.

Patricia "La Gata Flora" dijo...

CecydeCecy
Como dice una amiga que rodó por un acantilado en San Martín de Los Andes este verano, y que fue el motivo de su separación: “mi vida dio un vuelco”. Pero yo diría que se transformó en un revuelco…
Besotes

Armida Leticia
En realidad tenía en mente describir la misma noche desde la óptica de ella, pero anduve con otras cosas. Ya llegará.
Muchos cariños

Denis Fernández
Es cierto… ¿Cuántas veces nos tapamos de cosas porque no queremos (o no podemos) hacernos cargo de lo que nos pasa? Y está bien tomarse un recreo, pero creo que la solución no es dejar de pensar.
Un cariño, y pronto pasaré por tu blog.

♋ Mariposa
Gracias por pasar siempre. ¿Cómo andan tus cosas? Espero que mejor.
Te mando un besote enorme.

F. Fabian
Usted se los merece. Y sí, sé cuánto sale ponerlo a tu nombre. ¡Pero después se quejan si uno no lo hace!
Me hace acordar al VTV. Si realmente estuvieran interesados en la seguridad, lo harían de otra manera.
Besotes, y espero que la estés pasando bomba con tus amigos en Bariloche.

La Incondicional
Ese es el verdadero problema: a veces “nos ocupamos” para no pensar. Y si más de uno se tomara unos minutos para eso, tal vez estaríamos un poco mejor. Snif.
Besos miles

dispersa
Los espíritus libres no dejan de serlo por un encuentro ocasional. Es una forma de vida. Aunque creo que no es lo mismo ser libre que simularlo para no asumir lo que nos pasa.
Muchos cariños.

dispersa
Gracias por tus buenos deseos. Efectivamente, el domingo estoy partiendo, para regresar el 28.
Y, entre nos, estoy haciendo un poco como Mario: me rajo para dejar de pensar unos días en todos los quilombos que estoy dejando acá. Parecería que si no los veo no están. Nadie es perfecto.

Patricia "La Gata Flora" dijo...

CecydeCecy
Como dice una amiga que rodó por un acantilado en San Martín de Los Andes este verano, y que fue el motivo de su separación: “mi vida dio un vuelco”. Pero yo diría que se transformó en un revuelco…
Besotes

Armida Leticia
En realidad tenía en mente describir la misma noche desde la óptica de ella, pero anduve con otras cosas. Ya llegará.
Muchos cariños

Denis Fernández
Es cierto… ¿Cuántas veces nos tapamos de cosas porque no queremos (o no podemos) hacernos cargo de lo que nos pasa? Y está bien tomarse un recreo, pero creo que la solución no es dejar de pensar.
Un cariño, y pronto pasaré por tu blog.

♋ Mariposa
Gracias por pasar siempre. ¿Cómo andan tus cosas? Espero que mejor.
Te mando un besote enorme.

F. Fabian
Usted se los merece. Y sí, sé cuánto sale ponerlo a tu nombre. ¡Pero después se quejan si uno no lo hace!
Me hace acordar al VTV. Si realmente estuvieran interesados en la seguridad, lo harían de otra manera.
Besotes, y espero que la estés pasando bomba con tus amigos en Bariloche.

La Incondicional
Ese es el verdadero problema: a veces “nos ocupamos” para no pensar. Y si más de uno se tomara unos minutos para eso, tal vez estaríamos un poco mejor. Snif.
Besos miles

dispersa
Los espíritus libres no dejan de serlo por un encuentro ocasional. Es una forma de vida. Aunque creo que no es lo mismo ser libre que simularlo para no asumir lo que nos pasa.
Muchos cariños.

dispersa
Gracias por tus buenos deseos. Efectivamente, el domingo estoy partiendo, para regresar el 28.
Y, entre nos, estoy haciendo un poco como Mario: me rajo para dejar de pensar unos días en todos los quilombos que estoy dejando acá. Parecería que si no los veo no están. Nadie es perfecto.