La semana pasada recibí varios PPS que versaban sobre la mujer. Que quién había sido la inventora de la "liberación femenina", que los problemas que tenemos para estar en forma, otro de un Ing. amigo que (como bien decía) era un ataque de demagogia sobre qué harían los hombres sin nosotras...
Pensando en eso estaba cuando el jueves fuí a una charla sobre lógica difusa que daba un ingeniero amigo. Eso significó llegar a casa a eso de las 22 para hacer la cena y transformarme en ama de casa.
Y me dije: ¿cambiaría la charla por estar tranquila en mi casa desde temprano? Ni loca que estuviera, me contesté.
¿Cambiaría las dietas permanentes y el gimnasio para estar en forma por estar sentada en mi casa y resignarme a los rollitos mientras me mando una lasagna? ¿Cambiaría haber estado conociendo los nuevos materiales con los que están trabajando en el Imperial College de Londres por conocer los gatos de turno que se pelean por TV? ¿Cambiaría ver la novela de la tarde por ver los laboratorios de robótica de la Universidad Carlos III de Madrid? ¿Cambiaría peinar canas por no tener que aguantar al colorista una vez al mes? ¿Cambiaría levantarme más tarde (aún cuando una de las cosas que más odio en el mundo es madrugar) por tener que viajar como el tujes hasta el microcentro todos los días?
NO, NO y mil veces NO.
Se me dirá que ahora las mujeres sumamos tareas en lugar de compartirlas, que tenemos mucho más estrés, que sufrimos enfermedades coronarias, que estamos agotadas. Y es cierto. Pero algún costo teníamos que pagar. Nada es gratis en esta vida.
Sin hacer un juicio de valor (yo también soy un poco demagógica y quiero quedar bien con Dios y con el Diablo), creo que las mujeres en general hemos crecido a pasos agigantados. No dejamos de hacernos cargo de nuestra casa y nuestros hijos, pudiendo transformarnos en verdaderas fieras cuando se trata de defenderlos. Estudiamos y nos capacitamos. En general apoyamos a nuestra pareja para ayudarla a crecer cuando la tenemos y, cuando no, hacemos millones de cosas. De hecho, cuando hay paseos culturales, idas al teatro, cursos, incluso reuniones de solos y solas la mayoría son mujeres. Los hombres, en cambio, tienden a quedarse en ropa de entrecasa desparramados en un sillón viendo el partido por la tele. ¿Es mejor? No lo sé. Sólo es una observación empírica.
Pero, mujer al fin, creo que nosotras podemos todo lo que nos proponemos!!!
Y dejémonos de joder con planteos metafísicos ridículos...
Elegí para ilustrar este post un tema poco conocido de Liliana Felipe que creo que va como anillo al dedo. Espero que les guste.
9 comentarios:
Hola Patricia! , todo cambia, antes las mujeres estaban con el palo de amasar en el orto, ahora con la notebook bajo el brazo...
se termino esa imàgen de nona degollada con ruleros, cara de " nuncameenojoaunquemehagasmierda", si, media bestia pero es verdad, si nos ponemos asì, de los purìsimos cuernos no entramos a ningùn lado, a lo sumo nos pararìamos al lado de la eiffel para comparar la altura, jaj
como estàsn tus cosas? siempre te pienso...con mi hijo a cuestas me acurdo mucho de vos
te mando abrazotes del alma!!!
Lo q no cambiarías me parecieron extremos,cito:Cambiaría haber estado conociendo los nuevos materiales con los que están trabajando en el Imperial College de Londres por conocer los gatos de turno que se pelean por TV?,
Para tomarlos con humor todo bien,ahora si es en serio,te doy una opinión,creo q nos tenemos q liberar de el OTRO q nos esclaviza,quiero decir antes el otro era el marido,la tv,las canas y ahora es el gym,la carrera,mas lo anterior,en el mejor de los casos,cambiamos el OTRO,pero seguimos "esclavizadas",se exige demasiado de nosotras. Pasamos de ser dependientes a las super chicas q despues por pintarnos tan YO PUEDO,no tenemos un hombro donde apoyar nuestra cabecita..
El costo no es el precio porq nada es gratis,porq la insatisfacción es importante y porq en muchos casos estamos devualadas,es como pagar sin haber consumido,es gratis superarnos y q nos respeten,también un punto medi q tal vez la próxima generación logre.
besitos ah dijiste con Dios y el diablo,hoy soy diablo
Hola Mariposa!!
Es cierto: cambiamos el palo de amasar por la computadora. Pero no sólo me gusta más, sino que no hay otra opción. Con muchas de nosotras haciéndonos cargo de la casa, los hijos y el trabajo no hay mucho que pensar. Además, convengamos que ahora nuestra vida es mucho más rica y variada.
Por eso me molestan esos PPS que pretenden volvernos al estado de esclavitud del marido. Pero sospecho que son escritos por hombres que no saben qué hacer con nosotras...
Otro beso enorme, y espero que tus cosas estén mejorando.
Dispersa,
Por supuesto que son extremos.
Y lo de ser esclavas de lo otro es una gran verdad. Es todo un esfuerzo estar siempre depiladas, teñidas, flacas y bien vestidas. Pero convengamos que es más lindo vernos al espejo y podemos hablar de otros temas que no sean lo que hicieron nuestros hijos o qué cera ponerle al piso. De eso también hablamos porque, una gran verdad, seguimos sumando responsabilidades.
A veces tengo la misma sensación que vos: soy la mujer maravilla (pero, modestamente, con alguna neurona más) que todo lo puede y que todo lo soporta. Que sirve para un fregado y para un batido. Que puede ser una madre comprensiva y una trabajadora aguerrida.
Y, entre nosotras, también necesito a veces un hombro donde apoyarme…
Nos tocó ésta, qué vamos a hacerle… Puede ser (y lo espero de corazón) que nuestras hijas no tengan que demostrar las 24 horas lo valiosas que son.
La esperanza prospera aún bajo las condiciones más inadecuadas
Alejandro Dolina
q tengas un buen día
Muy gracioso, podrías ser columnista, besos, Lau.
Soy buen amo de casa y cocino bastante mas que bien, salvo planchar, hago todo desde siempre sin ningun drama como lo mas natural en casa. Creo que con tanta notebook las mujeres perdieron femineidad y a veces un buen palo de amasar no les vendria mal, hasta incluso les arranque una sonrisa jajja besos
Dicen que las mujeres han evolucionado tanto que buscan a un hombre que todavía no existe, mientras ellos buscan a una mujer que ya no existe, de otra época. Lamentablemente todos vivimos en este aquí y ahora, y estamos oblidados a aguantarnos y comprendernos. La libertad supone tener opciones: si bien puedes elegir madrugar, también quedarte en casa. Eso es algo, antes sólo qudaba quedarse en casa. Eso en el plano laboral.
En el plano de las relaciones no estoy segura que hayamos avanzado tanto. No somos iguales, ni ganas, pero equivalentes, al menos. No es de histérica pedir respeto y que te quieran como eres...
El feminismo radical cumplió su función en su momento, y aún la debe cumplir en lugares tradicionalmente machistas. En donde ya parece que se ha moderado la cosa debería optar por ser "feminismo racional", si es que eso es posible( pues cuando se da un paso adelante en unas cosas, se tretrocede en otras).
Pues eso.
Patricia,gracias por venir a mi espacio en mi cumple..te esperaba
un abrazo
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