sábado, 20 de octubre de 2007

Suena el teléfono...

Uno cree que las cosas le pasan sólo a los otros, hasta que pasa a ser protagonista.
El jueves estaba tan loca como de costumbre. A la mañana me dediqué a preparar una presentación para una reunión que tendría a las 5 y media de la tarde. Lista que estuvo la carpeta, ya al mediodía, tomé mi yogur con cereales y me aboqué a la preparación de un trabajo que tenía que presentar a las cuatro.
Estaba en eso cuando sonó el teléfono con una de esas llamadas que nunca se quisieran recibir. Mi mamá me decía "que no me preocupara" (como si eso fuera posible) pero que volviera rápido porque mi hijo mayor estaba internado. "¿Pero qué pasó?", pregunté. "No sabemos. Está muy golpeado y perdió la memoria. Le están haciendo una tomografía". ¡Y yo que pensaba que la pérdida de memoria era sólo un truco de las novelas baratas, y sólo en los momentos convenientes!
Tomé la combi intentando hacer más rápido. El tránsito estaba tan endemoniado como de costumbre, pero las sensaciones son relativas: cuanto más apurado está uno, más semáforos se ponen en rojo, la vía esa por la que pasa un tren por día está cerrada, el chofer va tranquilo y despacito al compás de alguna canción que nunca es la que nos gusta y parece que TODOS bajan antes que uno demorando más aún el periplo. ¿Estará esto incluído en las leyes de Murphy?
Por fin, transpirada e histérica llegué a la clínica. De más está decir que entré a la guardia como una tromba y, sin preguntar a nadie ni pedir permiso me mandé a "la zona roja" (digo por la sangre...).
No voy a entrar en detalles innecesarios que todos deben imaginar. Concluídos los estudios lo trasladaron a una habitación en la que quedaría internado.
Al llegar ya estaban en la puerta 3 amigos, que se quedaron con nosotros el resto de la tarde. En los dos días que estuvimos (digo porque sólo me moví para ir a darme una ducha) el desfile fue interminable y el teléfono no dejo de sonar, situación que continuó en mi casa.
Como siempre trato de ver el lado amable de las cosas, y ya medianamente bajo control la situación (todavía hay que curar las heridas y sacar los puntos), me hizo sentir muy bien que tanta gente se preocupara por nosotros. En un alarde de arrogancia pienso que tan mal no estamos haciendo las cosas. Y me doy cuenta lo importante que es tener amigos. Siempre hacen que sea más fácil pasar el trago amargo.

7 comentarios:

La Incondicional dijo...

Me alegro que no hayas estado tan sola. Besotes y que se mejore!!!!!

F. Fabian S. dijo...

Suerte y que no sea nada. Ya se que esta en tu casa, ojala pronto se recupere...pero...seria bueno recordar que pasó? O lo mejor es olvidarse'?...
Que convendrá mas..
Si fuera yo, quisiera saber...
Y descarta que fuera arrojado del tren. Las puertas no se abren.

dispersa dijo...

Espero q se mejore,disiento con F Fabian,NI RECORDAR NI OLVIDARSE,lo cierto es q lo viviste y estás ahi poniendo el pecho,empezar a interrogar me suena a cuando te caias de chico y encima te pegaban,¿2 golpes?me suena innecesario,seguramente tu hijo te necesita para curar las nanas y para confirmar "lo incondicional",para sentir q estás ahi "sin uniforme"y si algo queda por decir él te dirá..además en q tren privilegiado las puertas no se abren,las puertas lamentablemente si se abren,doy fé q en el Sarmiento a veces ni se cierran.Besos y fuerza.

♋ Mariposa dijo...

Patricia,espero estè todo mejor,te dejo muchos beos,aunque no hay voz en el telèfono desde aqui,pero mucho cariño y se que fuerzas hay!!!!

Patricia "La Gata Flora" dijo...

Incondicional,
Por suerte está todo bien. Y es fantástico tener alguien al lado que, aunque no haga nada específico, sabés que te banca. ¡Espero poder vernos pronto!

Fabián,
Ya casi tengo que atarlo para que se quede un poco tranquilo.
A mí también me gustaría saber, y tal vez algún día sea así. Según lo que me explicó un psiquiatra, sólo se recuerda el trauma cuando la psiquis está en condiciones de manejarlo. Lo bueno es que en estos casos NUNCA se desarrollan fobias (en este caso, al tren).
En cuanto a las puertas, él toma el eléctrico, pero no sé si justo ese día tomó el rápido a Temperley. En ese caso, es posible.
Besotes, y gracias por tu llamada.

Dispersa,
Sí, es cierto. Ya sé que es un grandulón, pero creo que en estos casos que mamá se tome el trabajo de curar las heridas es importante. Creo que a él le sirve. En cuanto a los trenes… estaba pensando escribir un post al respecto, sobre todo teniendo en cuenta lo que ya escribió Fabián. En cualquier momento lo cuelgo.
Besos, y gracias por tu comentario

Mariposa,
No es sólo el teléfono, sino ESTAR. Sé que también estás pasando una situación difícil, y espero que tengas toda la fuerza. Acá estamos, aunque no nos conozcamos las caras.
Besos

Guillo dijo...

Me dejaste con la intriga de saber como se golpeo. Resulta notable lo valiosas y sinceras que son las verdaderas amistades. Como no se van a preocupar, si eres amorosa además seguro que tu familia también. Me encanta y por eso siempre te visito.

Besotes

PD: Seguro fue un susto ¿no?

Patricia "La Gata Flora" dijo...

Guillo,
¡Me hiciste sonrojar con tanto halago!
En cuanto a cómo se golpeó, todavía no lo sabemos. Tal vez algún día lo recuerde.
Si eso pasa, te cuento.
Besotes para vos también