domingo, 28 de octubre de 2007

And the winner is...

Ayer fui a ejercer mi derecho ciudadano. Independientemente del resultado, es lindo poder acercarse cada 4 años a las urnas. Hasta me creí que mi opinión a través del voto era importante.
Pero no quiero hablar acá de política, sino del mismísimo acto electoral.
Yo vivo en un gran pueblo con pretensiones de ciudad. Y voto frente a la estación del tren.
Llegué con mi auto a eso de las 11 de la mañana. Era un hervidero de gente, así que estacioné a una cuadra donde, como era de rigor, se me acerca un pibe y me dice "¿Se lo cuido, doña?", lo que en castellano básico quiere decir: "Ni lo voy a mirar, pero cuando vuelvas tenés que darme una moneda".

Nota al margen: ¡Me tienen podrida los cobros por estacionar! En 1º lugar, porque tenía entendido que la calle era pública, pero si quiero dejar el auto estacionado en la vereda, sin protección, al rayo del sol, ¡encima tengo que pagar! ¡Y con monedas! Si tan siquiera hubiera alguien que me garantizara que al regresar lo voy a encontrar en las mismas condiciones en que lo dejé, vaya y pase. Pero pagar para que el intendente de mi zona, atornillado al sillón y probadamente corrupto, cambie su auto y su casa sin que le tiemble la mano, ¡me pone verde!

Vuelvo.
Al llegar a la esquina ya encontré a un señor que, avivándose de la hora, había puesto una parrillita donde se cocían unos cuantos chorizos. Y otro que, un poco para acompañar, vendía agua y gaseosa. No me fijé si, aunque estuviera prohibido, también vendía cerveza.
Entré al colegio y busqué la mesa que me correspondía. Tuve la suerte de estar a la sombra y que hubiera poca cola (lo que no me garantizó tardar poco, como explicaré a continuación).
La mujer que estaba delante mío tenía 81 años. ¡Una divina! Arreglada, informada, agradable. Detrás mío, una mujer de 85 acompañada de su hija, probablemente mayor que yo. Entre las cuatro tuvimos una larga charla que amenizó la espera. Me encantó ver que, aunque podrían haberse quedado en sus casas, tenían ganas de participar.
Estábamos conversando cuando se armó dentro del cuarto oscuro un tremendo revuelo. La presidenta de mesa con la urna y todas las fiscales entraron al susodicho cuarto. Después de llamar al fiscal general, y sin dar ningún tipo de explicación al resto de la concurrencia, salieron, se acomodaron, y continuó la votación.
Al acercarme a la mesa, dos de sus integrantes me reconocieron y, ya que estábamos, también estuve charlando con ellas. Sólo faltaban dos personas...
Entró al cuarto oscuro una mujer con su hijo, que tendría unos 10 años. Veinte minutos después seguía adentro. La señora que acompañaba a su madre me dijo: "Yo la conozco. Es odontóloga, como yo. Y siempre fue medio tarada".
La presidenta de mesa golpeó la puerta preguntando si había algún problema, a lo que la mujer contestó que no. Pero de cualquier manera hizo salir al nene.
Pasaron otros veinte minutos y, cuando le golpearon nuevamente la puerta, la mujer se asomó y dijo que faltaba la boleta que quería votar. Yo me pregunto: ¿esperaba que llegara por arte de magia?
Al final la hicieron salir y esperar a un costado mientras traían más boletas, pero por suerte reanudaron la cola.
Por fin, entré al cuarto oscuro. Fiel a mis principios, y conciente que mi candidato no ganaría, emití mi sufragio. Y me fuí cantando bajito. Le dí la moneda al pibe que ni siquiera me hizo señas si venía algún auto y me fuí a disfrutar de ese hermoso domingo de sol, agradeciendo no haber tenido que ser autoridad de mesa.

11 comentarios:

F. Fabian S. dijo...

Todo muy pintoresco, pero a quien votaste...!!!?.
Me dura la calentura..
Un pancutan ahi!

Patricia "La Gata Flora" dijo...

Fabián,
Me parece que el pancután tendremos que comprarlo por 20 kilos, y ver si comprando además vaselina nos hacen un descuento...
En cuanto a quién voté, si querés te lo digo en privado.
Besotes

El vulcano dijo...

Aqui en España el hecho de votar a muchisima gente le da igual, de hecho, los niveles de abstención son muy altos. Estamos todos un poco desencantados con la política. Yo, aunque sepa que mi voto no va a servir de nada, o de bien poco, me gusta esa sensación de votar, de la esencia de la libertad y de la democracia. Un saludo. (por cierto, imagino que como mujer te alegras de lo de tu "presidenta" aunque como politica, por lo que yo se....)

Anónimo dijo...

era mi primera votacion y de verdad crei en votar a conciencia
supongo de depsues de todo me tendrian q haber regalado x lo menos un chupetin


te quiero patri


dani

dispersa dijo...

hola!!!voy a decirte alg.palabras de tu fiel descripción:
creo q cerveza estaba permitido x los resultados...se ve q a la monarquía triunfante le conviene q sigamos EN PEDO,je je y el q te cuido el auto era mi hermanito,y en homenaje a Todo x 2 pesos(q nos gustaba)q la próx colabores con un billetito,asi reservas las monedas q te hacen falta y q a él no le alcanzan para la verdurita..... ja ja bue bue.. perdón x los chistes malos es q sigo intoxicada por los chori...besos.

La Incondicional dijo...

Chicos: no se molesten, yo tengo vaselina en casa. Un tarro lleno que nunca uso.

Patricia "La Gata Flora" dijo...

Hola Vulcano,
En nuestro país el voto es obligatorio. A pesar de eso, me llamó la atención ver que los que más participamos somos los más veteranos. Los jóvenes no tiene demasiado interés, lo cual es una lástima. Y todos estamos desmoralizados con la política.
En cuanto a la nueva presidenta, huelgan los comentarios...

Patricia "La Gata Flora" dijo...

Luzbelita,
Yo siempre trato de votar a conciencia. ¿Será por eso que sempre voto a los perdedores?
Creo que, aunque a primera vista parezca una estpidez, hay que tomarse el trabajo de leer, averiguar y pensar. Es una forma responsable de vvir en democracia.
Yo también te quiero mucho.
Besotes
P.D.: ¿Para cuándo el próximo post?

Patricia "La Gata Flora" dijo...

¡Hola Dispersa!
Ya hace muchos años que los argentinos estamos en pedo, y su clase dirigente AL PEDO (sin distinción de ideologías ni partidos políticos).
En cuanto a tu hermano, ¡la próxima no compro caramelos para tener monedas! Decile que 2 mangos es mucho por revolear una franela… Ja Ja.
Con los chori yo me siento bien porque tomé hepatalgina (como dice Fontova).

Patricia "La Gata Flora" dijo...

Incondicional,
¡Buenísimo que tengas vaselina! Ahí nomás nos ahorramos unos mangos...

F. Fabian S. dijo...

Y para que tenian la vaselina...?