lunes, 11 de febrero de 2008

Dame fuego, dame, dame fuego


Mientras espero que mi hermano venga a mi casa a conectar el derivador para poder tener Internet en ambas máquinas, suelo escribir algunos post en casa y los subo en la oficina. Este fin de semana no fue la excepción. Tenía dos post para subir, pero me referiré a una noticia de actualidad.
Ayer a la mañana ví en el noticiero que se había quemado el Camden Market de Londres. Y casi me largo a llorar.
Este era un lugar increíble. Era una de las construcciones más antiguas de Londres (fue construído en 1263), una mezcla de mercado central, San Telmo, Recoleta. Según me explicó el guía con el que hice una recorrida nocturna por Londres, era uno de los lugares más encantados de la ciudad. Y aunque no vi fantasmas de ningún marino sobrevolando con sus sábanas al viento esa noche y tampoco se si es cierto, merecería serlo.
Ahí la magia estaba en el aire, mezclada con un aria de La Traviata cantada por una excelente cantante lírica, los violines y violonchelos, los magos y acrócabatas que inundaban la zona con su color y ruido, mezclado con ese perfume embriagador de Londres.
Desde el balcón de la planta baja podía observarse el subsuelo, donde había negocios y bares. Precisamente abajo estaba London Rock, un lugar maravilloso para los amantes de este tipo de música de cualquier época. Desde Bob Marley hasta Los Beatles, pasando por Queen, Deep Purple, AC/DC, etc., había de todo: discos de oro, posters, remeras, llaveros, stickers, tazas. Lo más maravilloso eran las réplicas en miniatura de los instrumentos. Estaba, por supuesto, la guitarra de Brian, la batería de Roger y de todos los demás grupos. No sé el tiempo que estuve ahí, pero fue mucho. El tiempo parecía haberse detenido.
En el mercado había grabados antiguos, réplicas de monedas romanas, ropa, alhajas.
Tomé un exquisito café con leche sentada bajo el tibio sol de Septiembre compartiendo la mesa con dos típicas ladies inglesas, ya mayores ellas, con las que tuve una charla muy interesante.
Siento mucho lo que pasó. Lo único que espero es que puedan reconstruirlo. Después de todo, salieron a flote del devastador incendio que destruyó la ciudad... Patricia Cejas

4 comentarios:

La Incondicional dijo...

Por lo menos fue el fuego y no la mano ignorante del hombre. Todavía estoy llorando porque tiraron abajo la vieja estación Martínez del ferrocarril Mitre. Tenía las ventanas de bronce y la construcción orignal era de 1873. Encima si vieras la basura de estación que construyeron en su lugar.

F. Fabian S. dijo...

este incendio, tambien es culpa de la mano del hopmbre.
HAy veces que le dcimos accidente a una negligencia. Un accidente en un dia de lluvia, ¿lo ocasiona la lluvia y no el hombre....?
Los diarios publican"la nieve produjo dos accidentes en la ruta 40"...y no es asi. la nieve tiene poco que ver...
Es la negligencia humana la que los ocasiona.
LO que nos pasa es que jamas queremos hacenos cargo de nada.
Besos.

Patricia "La Gata Flora" dijo...

Incondicional,
Te entiendo. Amo los edificios antiguos, con historia, con personalidad. Y odio cuando en su lugar hacen esos enormes, fríos y calcados edificios de vidrio y metal.

Patricia "La Gata Flora" dijo...

Fabián,
Es cierto. Me hiciste acordar una vez que un tipo estaba despotricando porque llovía y le echaba la culpa al presidente (¡¿?!). En todo caso, el dirigente tendrá la culpa de no haber hecho las obras necesarias para evitar la inundación, pero NO de que llueva.
En cuanto a lo de no hacernos cargo, creo que es un problema general que tiene más que ver con la educación.
Desde siempre nos enseñaron a hacer las cosas bien porque Dios nos va a castigar, porque nos van a mandar a la oficina del Director, o porque "se lo voy a contar a tu padre". ¿A quién de nosotros le enseñaron "Te mandaste una cagada, ahora hacete cargo"? Y hacer frente a lo que venga.
Y creo que cada vez es peor, porque tenemos la tendencia a justificar todo (si no, fijate lo que pasó en el Pellegrini cuando tuvo que renunciar el Director).